Nuestra bodega berciana, Palacio de Canedo, es una gran casona levantada en el siglo XVIII que formaba parte del Señorío de Canedo. En estado de abandono durante décadas, recuperada, reconstruida y habilitada por José Luis Prada como monumento principal de lo que ha sido toda su vida de trabajo, emprendimiento y esfuerzo; un homenaje a su tierra, una ofrenda de admiración a El Bierzo, su gente y sus productos.
Hotel de 14 habitaciones que mezclan modernidad y tradición, con todas las comodidades posibles y todo el sabor de la solera berciana. Diferentes entre sí, pero manteniendo una personal armonía en elementos y líneas, haciendo del conjunto una elegante cohesión de pasado y futuro.
El restaurante, con esa característica que es casi algo cultural de la zona; comer en cantidad y calidad, saboreando El Bierzo en dosis que parecerían excesivas en cualquier otro lugar, pero que aquí forman de la tradición y el carácter berciano. Materia prima excelente, cocinada con cariño y sabiduría, recordando la cocina de la abuela, sin secretos y bien regada con vinos de categoría, orujos y cerezas en aguardiente.
Y por supuesto, fundamental, la bodega. No sería posible hacer enoturismo si todo lo relatado no tuviera el vino como núcleo y esencia. Prada a Tope, una marca que engloba mil sueños y un motor: el viñedo. Vinos que nacen de la naturaleza y viven para rendirle tributo. Respetuosos con el medio ambiente, respetando al máximo el legado de sabor y aromas trasmitidos por el terruño, el clima y la planta.