Con el gusto del universal vino de Rioja aún en el paladar, despertamos dispuestos a disfrutar de la que es, seguramente, la otra Denominación de Origen más reconocida de España; Ribera del Duero. Y lo hacemos despertando en Burgos, ciudad monumental coronada por su gótica Catedral, cuya visión dejará boquiabiertos a los que aún no la conozcan.
Salimos de Burgos caminando a la ribera del río Arlanzón, para desviarnos a la derecha y abandonar las edificaciones de esta ciudad llena de historia. Cambiamos asfalto por pista de tierra, la cual nos guiará los próximos kms.
Dejamos a un lado la localidad de Villalbilla bordeando el arroyo Molinar. Siguiente por la anteriormente mencionada pista de tierra, el camino juega a un lado y a otro con la autovía A-231, en las cercanías del viaducto Arlanzón.
Acercándonos a nuestro final de etapa, volvemos a cruzar el río por un puente propicio para parar a hacer unas fotografías de esas que, sin duda a estas alturas, ya estaremos compartiendo con el resto de compañeros de nuestro viaje. Tras el puente, a poco más de un km., se encuentra Tardajos, donde nos espera el bus que nos va a llevar a la, probablemente, más espectacular de las bodegas de El Cavino; Bodegas Portia.
Un suculento lechazo castellano nos espera…